Así lo contó Oscar
e hizo que Steven Spielberg volteara a ver a Guatemala.
Así lo contó Oscar e hizo que Steven Spielberg volteara a ver a
Guatemala
Relato le cuenta a usted el testimonio del niño guatemalteco que sedujo
al cineasta Steven Spielberg por su trágica historia y la llevó al cine para
exaltar la memoria de una comunidad exterminada, Dos Erres, por el Ejército en
menos de 24 horas durante el conflicto armado.
Detrás del más malo
Oscar lo vio todo. Se ocultó tras las piernas del verdugo de su madre,
sus hermanos y la gente que él conocía aquella madrugada de diciembre de 1982.
En su mente de seis años de edad se tatuaron las imágenes de los militares que
llegaron a la aldea a sacar a la gente de sus casas.
Golpeaban a los hombres. Apenas amanecía. Apartaron a las mujeres y
niños. Cuando clareó el día, el militar tras el cual Oscar se escondió, ordenó
ejecutar a toda la población.
Oscar temblaba de miedo porque el hombre de traje de verde -Santos
López- pedía a los Kaibiles que destrozaran todo lo que se moviera.
El primero en ser lanzado al pozo fue un bebé de cuatro meses, lloraba,
estaba vivo, le siguieron los niños de la comunidad cuenta el pequeño.
Así pasaron las horas, arrastrándolos hacia la orilla del pozo donde los
ponían de rodillas y les preguntaban si eran de la guerrilla, les pegaban con
un mazo de hierro en el cráneo y los lanzaban al vacío. A esa tumba
improvisada.
Desde su premeditado refugio, Oscar observó cómo su mamá, una
aldeana dedicada a la crianza de animales y al cuidado de sus hermanos fue
llevada a rastras del pelo hacia una muerte inevitable. Su papá, un campesino
de oriente obligado a culatazos a entrar al salón de la escuela con otros
hombres.
Hubo gritos desgarradores, llantos y súplicas que se alojaron en la
mente de Oscar, durante mucho tiempo después del exterminio de unas 300
personas.
Cuando mediaba el día, sus claros ojos capturaron el momento cuando los
uniformados llenaron el pozo de personas, ¡¡¡Sí!!! de mujeres niños y hombres
que agonizaban. Oscar contó cómo un Kaibil vio un hombre que trató de salir y
tiró una granada en el pozo para cerciorarse que muriera.
Al llegar a su tope, cubrieron con tierra la superficie para sellar la
masacre cometida.
El pozo que se tragó la vida y las esperanzas de
una comunidad
Steven Spielberg y sus dos Oscar
El cineasta Steven Spielberg se caracteriza por presentar filmes que
cuentan la trágica vida de personas o de los humanos que dan su vida por causas
nobles como el empresario alemán, Oskar Schindler, quien salvó a 1 mil 100
judíos y cuya historia fue conocida como la Lista de Schindler.
Y la fatalidad vivida por Oscar llegó a los oídos del cineasta.
Oscar al verse descubierto y en sus cándidas palabras suplicó al militar
que no lo matara. Él cedió porque vio que no era un niño cualquiera, tenía algo
especial y era el color de sus ojos claros.
Recordó cómo el resto de gente fue llevada a la Aguada y los Salazares
en Petén. Allí los mataron sobre la superficie del terreno. Se calcula unas 190
personas y cada una recibió al menos 15 tiros.
Oscar o Ramiro al centro cuando fue obligado a
incorporarse al ejército.
“Aquella noche lloré tanto” dijo en su testimonio el pequeño “que me
quedé dormido”. “Cuando desperté iba en un helicóptero con otros niños”.
Más tarde el mismo militar al que había implorado vivir durante la
masacre en Dos Erres, se lo llevó a vivir a su lado por 15 años. Y Oscar fue
reclutado para combatir a la guerrilla. Pero un día decidió dar su testimonio
porque no soportaba más la carga y el pesar en el alma.
El militar molesto ordenó matarlo, Oscar desertó y buscó refugio para
salvarse. Derechos Humanos le dio asilo y es, hasta hoy, que Steven Spielberg y
el director Ryan Suffern revelan en el documental Finding Oscar (buscando a
Oscar) el misterio de lo que fue su vida todo este tiempo.
Oscar (nombre real Ramiro Osorio).
Masacre Dos Erres, Petén 1982
Fuente: Familiares de Desaparecidos de Guatemala (FAMDEGUA)
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