1. El Estado de Guatemala,
durante el período de conflictividad armada, fue conducido por el Ejército,
instancia guatemalteca que asumió la dirección de la vida nacional, a través de
la aplicación de los planes contrainsurgentes conculcando los derechos a la
vida, la seguridad e integridad personal y la libertad de miles de mujeres por
opiniones políticas o de cualquier otra índole, independiente de su condición social,
cultural y económica.
2. Esta situación se hace
evidente en el país, cuando existen varios juicios con sentencias condenatorias
contra ex-oficiales, ex-comisionados y ex-kaibiles del Ejercito de Guatemala, que
implementaron la masacre, la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada
como métodos para generar temor, miedo y horror en la población civil, efectos
que aún perviven en las familias sobrevivientes de la barbarie y
deshumanización de un Estado militarizado que tenía como deber garantizar el
bienestar social de la ciudadanía guatemalteca.
3. Un importante paso en el
esclarecimiento de la verdad, de dignificación, reparación del daño causado y
demanda sobre garantías de no repetición de los hechos, es la lucha contra la
impunidad impulsada por la familia Molina Theissen, la cual con su
perseverancia, valor y decisión han puesto en la agenda nacional, el tema de la
Justicia igual para todos y todas, y nadie es superior a la ley, esto a partir
del día 02 de marzo del presente año, cuando el Juez Víctor Herrera, titular del Juzgado Mayor Riesgo C resuelve ligar a proceso
penal, oral y público por la violación, desaparición forzada y contra deberes
de humanidad a los militares retirados Hugo
Zaldaña, Manuel Callejas, Francisco Gordillo y Edilberto Letona, quienes habían gozado de
impunidad por más de tres décadas, hoy tenemos la esperanza que finalmente este
proceso judicial dignifique a las miles de mujeres víctimas de los crímenes de
lesa humanidad y que los perpetradores intelectuales y materiales sean
sancionados y condenados en el marco de la ley.
4. Nos solidarizamos con la
familia de Luz Haydee Méndez, quien fuera detenida desaparecida el día 08 de
marzo del año 1984, que su lucha por esclarecer la verdad, sea también nuestra
fortaleza para demandar Justicia.
5. Finalmente, a todas las
mujeres víctimas de la violencia en general, del pasado como del presente,
nuestra apoyo, acompañamiento y solidaridad para lograr cambios políticos,
culturales y sociales que demanden del Estado de Guatemala el imperativo de
erradicar la criminalización que hoy día vivimos como ciudadanas de este país.
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